Clasificación Deportiva

La clasificación es un elemento único y distintivo del Deporte Paralímpico, condicionando tanto el acceso como la práctica del deporte de competición. Los y las deportistas que compiten en deporte paralímpico (o cualquier otro al amparo de una estructura federativa o de competición) deben presentar una deficiencia que les produzca una desventaja competitiva con respecto al deporte regular, por lo que se utiliza un sistema que intenta minimizar el impacto que las deficiencias tienen en el rendimiento deportivo, el cual recibe el nombre de Clasificación.

El sistema de clasificación del IPC determina qué deportistas son elegibles para competir en un deporte y cómo los atletas se agrupan para la competencia. Esto, hasta cierto punto, es similar a la agrupación de deportistas por edad, sexo o peso. En el Para deporte, los deportistas son agrupados por el grado de limitación en la actividad que resulta de la discapacidad.

Diferentes deportes requieren que los deportistas realicen distintas actividades como: carreras de velocidad, impulsar una silla de ruedas, remar y disparar. Como los deportes requieren actividades diferentes, el impacto de la discapacidad en cada deporte también varía.

Por lo tanto, para que la clasificación minimice el impacto de la discapacidad en el rendimiento deportivo, la clasificación debe ser específica del deporte.

TRES PASOS PARA LA CLASIFICACIÓN

Los deportistas son clasificados por clasificadores, quienes trabajan juntos en un equipo de clasificación de dos o tres personas (médico, fisioterapeuta y técnico del deporte). Al evaluar a un deportistas, el equipo de clasificación siempre considera tres preguntas, que se responden a través del proceso de evaluación del deportistas:

  1. ¿Tiene el deportista una discapacidad elegible para este deporte?
  2. ¿La discapacidad elegible del deportista reúne el criterio mínimo de discapacidad del deporte?
  3. ¿Qué clase deportiva describe con mayor precisión la limitación en la actividad del atleta?